viernes, 3 de junio de 2016

La niña de blanco



La niña atropellada de Eugenia y Gabriel Mancera.
La leyenda que a continuación ha circulado de boca en boca por los habitantes de las colonias del Valle, Narvarte y aledañas por igual. La ubicación exacta de ésta, toma forma exactamente en el cruce del Eje Vial Número 5, mejor conocido como Eugenia, y el Eje Vial Número 2, también conocido como Gabriel Mancera.

Mes con mes, la esquina de Gabriel Mancera y Eugenia es testigo de un gran número de accidentes viales; al año, se pueden llegar a registrar más de treinta percances en esta importante intersección: choques entre vehículos, autos que se estrellan contra los edificios e instalaciones urbanas y unos cuantos otros que, aparentemente, pierden el control de su carro.

Alrededor de las 2 a.m., se cuenta, una niña llamada Daniela de no más de diez años, se despertó a media noche por los quejidos de su mamá, quien estaba muy enferma se dirigía caminando hacia la farmacia, para comprar las medicinas que su madre requería, sus papás se habían divorciado un año antes, por lo que ella era la única persona que, en ese momento, podía encargarse de su madre. Por ello se vio forzada a salir a esas altas horas de la madrugada.


La niña Daniela, consciente de la hora, prudentemente respetaba los semáforos y señalamientos antes de cruzar las calles hasta llegar a su destino, y así lo hizo también en el cruce de Eugenia con Gabriel Mancera. Esperó que a que el semáforo le cediera el paso. Volteó a los dos lados y empezó a cruzar.

Al ponerse la luz roja para los vehículos que transitaban sobre Eje 5, la chica se dispuso a caminar, de esquina a esquina, para cruzar dicho Eje, pero un coche que iba a exceso de velocidad decidió ignorar la luz roja y cruzar, sin tomar precaución alguna sobre otros automóviles o transeúntes cruzando. Golpeó mortalmente a la niña justo cuando iba a la mitad de la calle, arrojándola varios metros en el aire, dejándola medio viva y medio muerta.  El automovilista responsable nunca se bajó del vehículo… es más, nunca se detuvo para saber si la niña vivía o moría y nunca fue para pedir asistencia médica a nadie ni por nada. Siguió su camino, sin más. Eventualmente, la niña falleció en agonía y sola, nadie la ayudó.

Cuando los paramédicos llegaron al lugar de los hechos, era demasiado tarde. La niña había fallecido. Desde entonces, y es aquí donde uno debe espantarse, alrededor de las dos y las tres de la mañana, en el cruce de Eugenia con Gabriel Mancera, el espíritu de la niña se aparece a los automóviles que circulan a esa hora a exceso de velocidad. Ella cruza la calle como aquella fatídica noche cuando perdió la vida, Se aparece para sorprender a los automovilistas y hacerlos perder el control y se vuelquen el carro por tratar de esquivarla cuando la ven. Una vez que provocado el accidente, se acerca al coche, voltea a ver a los heridos y suelta una risa juguetona., se va, dejando a los pasajeros sin asistencia de ningún tipo para morir solos, tal cual a ella le sucedió.
Testigos.

Los conductores y pasajeros que han sobrevivido a los accidentes más aparatosos cuentan siempre la misma historia. Aseguran que, mientras circulan por Gabriel Mancera se les cruza, justo en la intersección con Eugenia, una niña vestida de blanco. Se aparece a mitad de la calle, a unos pocos metros del vehículo. En ese momento, el conductor vira rápidamente para no atropellarla, lo que les hace perder el control del carro, estrellándose. Según cuentan los involucrados, mientras esperan a los cuerpos de rescate, la niña se acerca al carro, dejando ver su macabra apariencia, y se ríe de los heridos.


Curiosidades

“Esa niña se supone que murió por los años 70 o algo así y decían que la niña siempre regresaba en la noche a provocar accidentes.”


Les recomiendo.
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